martes, 1 de julio de 2014

Caótico Neutral

A raíz de conversaciones con nocturnidad y alevosía, he llegado a la conclusión de que seria un acierto para la raza humana y su sociedad, el poder usar cosas de los juegos de rol en la vida diaria. No me mal interpretéis, por muchas ganas que tenga de rociar a más de uno con adorable napalm, no va por la vía fantasiosa el asunto, así que guardad las espadas y los pergaminos de bola de fuego. A mí, como a tantas otras personas, nos cuesta mucho saber de que palo va el resto del mundo, y aunque poco a poco uno aprenda a desconfiar por defecto, me sigo llevando más de un palo y de los gordos.

¿Y que tiene esto que ver con los juegos de rol? ¿Qué has merendado, helado de peyote? Me explico. Una de las herramientas de creación de personaje de la que hacia gala el mítico Dragones y Mazmorras era el alineamiento. Consistía en seis categorías, agrupadas en dos grupos de tres respectivamente, que combinadas te daban una guía para interpretar a tu creación. Así pues, elegíamos entre Bueno, Neutral y Malvado, conforme a la guía interna del personaje en cuestiones de moralidad, que es lo que para el esta bien o mal, como reacciona ante situaciones ordinarias y cosas de ese tipo. El segundo grupo, formado por Legal, Neutral y Caótico, ayudaba a dirigir al personaje en los aspectos sociales del mundo, como por ejemplo las leyes, la religión, la magia y lo fantástico en general.

¿Útil, verdad? ¿No daríais lo que fuera por saber cuál es el alineamiento de la gente antes de acercaros a ella? Nos ahorraría montones de problemas y malos ratos.
-Hey ¿Que tal? ¿Cómo te llamas? Yo Antonio y soy caótico bueno ¿Y tú?
Nuestra vida seria muchísimo más sencilla y feliz si supiéramos esa información antes de cualquier tipo de relación. No nos veríamos en situaciones dañinas como nos vemos por confiar en la gente, cuando alguien cambiase de verdad se vería reflejado en su alineamiento, pues seria algo como el ADN de cada uno, y no tendríamos que luchar día a día con las ganas de rociar con napalm a los miles de mal nacidos que nos joden a nosotros y a nuestros amigos. Puede que sea una fantasiosa idea y que a la larga se quedara corta por número de categorías, que debería tener cientos y seria muy complicado de entender como todo lenguaje de etiquetas, pero soñar es gratis y el napalm está subiendo por la alta demanda.