viernes, 22 de mayo de 2015

Recuerdos críticos

Ayer por la mañana respondía al twitt de una amiga en referencia al pagafantismo, aludiendo que todo el mundo tiene o puede tener ese tipo de comportamiento a lo largo de su vida. Tras una sobremesa como siempre rica en ideas y pensamientos, he decidido saltarme un poco eso de no escribir nada o muy poco referente a mi particular persona y hacer un poco de autocrítica, pues exteriorizar cosas personales creo que ayuda a ver los fallos que uno comete e impulsa el crecimiento personal, aunque como crezca más voy a tener un problema con la ropa. Bromas a parte, he estado pensando en las cosas que he hecho, en las experiencias que he tenido y en como han definido mi persona, y creo que estaría bien ponerlas por escrito, así que empecemos con los recuerdos, en los cuales obviare nombres, lógicamente, y no llegare a la época universitaria porque sería demasiada la mezcla emocional.

Lo primero que debo hacer es pedir perdón. A mi siempre me han dicho que de bueno soy tonto, cosa que igual luego se entrevé, o no, pero también he de confesar que antes no pensaba mucho en nadie más que en mi y me comportaba como un capullo. Recuerdo que, estando en el instituto, siempre me estaba quejando de que no ligaba nada. Total, que mi hermana, con toda su buena voluntad y sin saber lo que yo haría, me dijo que tenia una amiga a la que le gustaba. Yo estaba en mi época rebelde total, en plan death metal, lluvia de hachas y melena al viento. Mi hermana quedo con esa chica para presentármela, la trajo al portal de casa para que yo bajara y la conociera, que habláramos aunque fuera un rato. ¿Y cual fue mi reacción? Pues bajé, la vi y no me entró por el ojo, me la presentó, dije ¿Ya? Y me subí de vuelta a casa. No puedo ni imaginar lo mal que lo pasaría la chiquilla, que no se esperaría una reacción como aquella. Yo supongo que el karma luego me la ha ido devolviendo poco a poco, pero echando la vista atrás me arrepiento muchísimo de ello, más siendo una persona que intenta darle más importancia a la persona que al físico, así que le pido disculpas a esa chica, aunque no valga de nada, ahora jamás seria así de estúpido con alguien que no merezca algo así.

Al año siguiente ligué en el insti. Yo seguía igual de rebelde, pero esta vez la chica me gustaba. Tendría un año menos que yo, según recuerdo, y me parecía bastante guapa, por lo que me envalentoné y le propuse quedar y conocernos. Estuvimos viéndonos unos cuantos días y en mi universo particular, la cosa iba genial. La realidad era bien distinta. La chica se estaba aburriendo por momentos y ello era debido a que no hacíamos nada salvo hablar, yo la mayor parte del tiempo. Puede que siendo un adulto uno quiera conocer bien a alguien para ver si hay feeling o atracción aparte de lo físico, pero con quince años... Uno lo que quiere es pasárselo bien y si pilla cacho mejor, sea hombre o mujer, y esto es una realidad. Así que la chica dejó de querer quedar y se acabó liando con un chaval mayor conocido como “Mato, el fantasma”, un señor que se encontró una mina de oro con su padre, el cual peleó con una anaconda en el zoo de Fuengirola, justo antes de darse una vuelta con sus amigos moteros en sus harley, días después de caerse de un vagón de la noria a uno inmediatamente inferior donde había una chica guapísima con la que se acabó enrollando. Puede que esto me hiciera aprender a ser más decidido pero me sigue costando una barbaridad dar el primer paso en estas cosas, gracias a dios que mi conversación a mejorado y ahora al menos soy gracioso en momentos puntuales, si no seguiría siendo virgen vaya.

Al tiempo empezó a gustarme una amiga de mi hermana, cosa que ahora veo bastante lógica puesto que no había féminas en mi grupo de amigos. Osea que estaba muy predispuesto a caer prendado de cualquier chica que me pareciera atractiva, y esta chica lo era bastante, y lo sigue siendo vaya, pero era algo con menos futuro que la carrera a la presidencia española del pozi, aunque igual lo haría mejor que el actual gobierno. Recuerdo que empecé a quedar con ella y mi hermana, junto con un amigo, con bastante asiduidad. Era la época de los móviles, en pleno auge del sms, osea que imaginad mi verborrea textual comprimida en montones de mensajes con la longitud de un capítulo promedio del quijote. Y supongo que ella pues me vería como el hermano de su amiga, que escribía cosas monas en el móvil o que era un coñazo, que también puede ser. Recuerdo que a ella le gustaba un amigo de mi hermana, y mi pagafantismo llego al extremo de, cuando el chaval tuvo un accidente de moto y estaba ingresado, acompañarlas al hospital para que no fueran solas, imaginad la escena, la chavala llorando hecha polvo por el tío que le gustaba y yo allí, aguantando el temporal. Yo ahora lo pienso y se me cae un poco la cara de vergüenza, pero oye cosas que hace uno por “amor”, aunque no tuviera ni idea de lo que era en aquel entonces. Con el tiempo deje de verla tanto y me dedique a otras cosas más acordes con mi época de caos y destrucción.

Con la revolución tecnológica llego internet y con ella la posibilidad de ligar a distancia, y como no podía ser de otro modo, ahí iba yo, a la aventura del irc en busca del amor entre letritas de colores y canales frikis. En aquellos días, cuando el anime era conocido como manga, yo frecuentaba el canal de la asociación de anime y manga de jerez, otakushin creo recordar, donde conocí a bastante gente que luego fueron desapareciendo casi en su mayoría, como suele pasar en la vida. Entre las personas que no desaparecieron, se encontraba mi primer flechazo allende málaga, una chica de la que solo sabia su gusto por la buena música, por las series de animación y por hablar conmigo hasta que se fundieran los plomos. Y como yo para otra cosa no, pero para hacer locuras tengo valor de sobra, allí me plante, en jerez de la frontera, para conocerla y que fuera lo que dios quisiera. Obviamente, no podía salir bien el asunto, distancia y tiempo se unían en contra mía, además recuerdo que pille un berrinche monumental con uno de mis mejores amigos incluso, en una moraga a la que vino un montón de gente de allí, porque pensaba que estaba ligando con ella, dando lugar a la expresión “mirando a poniente”, que fue como estuve toda la moraga, imbécil que era uno. Pasó bastante tiempo después de aquello, ella conoció a un chico y bueno, esa es otra historia, pero al menos no hace mucho retomamos el contacto y me alegro de tenerla ahí como amiga tras tanto tiempo y plagio de canciones de mago de oz (si, yo era muy tuno y dedicaba el templo del adiós como si la hubiera escrito yo, que pasa).

Si no encontraba el amor en el extranjero andaluz, igual tenia que esperar a que el amor extranjero andaluz viniera a mi. Poco después conocí a una chica cordobesa que comenzaba la universidad y no conocía a nadie en málaga, así que para hacerle el favor a una amiga en común, quede con ella y mis amigos para salir de fiesta. Fue curioso que nos encontráramos con mi hermana y la anteriormente citada amiga, ahora que lo pienso, pero lo pasamos genial. Esa noche, volviendo a casa, ella agarrada a mi cintura y yo con mi brazo sobre sus hombros, me dijo una de las frases que nunca olvidare, y que describe como era en ese momento de cortado. -”Tu muy hombre no eres, ¿no?”. Y yo ni me enteré de lo que quería decir. Ahora mismo una chica que me gusta me dice eso y tiene agujetas al día siguiente vaya. Pero era inocente y prístino, no tenia ni idea de que esas cosas pasaban, muy patético, si, pero así eran las cosas. Con esa chica tuve una relación pagafantástica en toda regla, protagonizando la famosa anécdota motivo del odio que siento hacia las pelis de el señor de los anillos, tragaos la trilogía seguida con alguien que os guste sin conseguir nada en toda su duración, casi 12 horas creo, ya veréis que bien. Seguimos quedando un tiempo pero ella conoció a un chico de su facultad y desapareció el día que conocí a la que seria mi novia durante casi siete años.

He de hacer un inciso aquí, puesto que ya llegaría a la época universitaria, ya que durante mi relación con ella, conocí a otra chica, en el cumpleaños de un amigo, con la que tuve un feeling muy interesante y especial y que desaproveche por tener pareja en esos momentos. Recuerdo que pasamos toda la noche cogidos de la mano y hablando, nada más, pero debí pensar en lo que hacia y haber sido consecuente con ello. Al contrario, no hice caso a la aplastante lógica que me decía que si esas cosas pasaban por mi cabeza era porque había problemas con mi pareja, seguí con ella como si fuera la única, la que me tocaba, y la verdad es que después de que ella cortara conmigo de una forma tan poco considerada, siendo benévolos, ahora me arrepiento muchísimo de no haber tenido los dedos de frente que creo tener ahora.

Y aquí acaban mis peripecias pagafánticas de juventud, luego pues alguna vez he vuelto a caer en lo de "todo el mundo merece la pena" y "yo aguanto lo que me echen" pero muchísimo menos, es más, ahora no dejo pasar muchas tonterías y mando a donde amargan los pepinos rápidamente. Espero que os haya gustado aún siendo tan extenso, ojala escribir ficción fuera así de fácil.
Un abrazo y nos leemos.

martes, 12 de mayo de 2015

La amistad en los tiempos del Facebook

Es algo inherente a mi persona, tengo una ligera tendencia a ir siempre en contra del mundo y aquí estoy, dispuesto a exponer mi opinión sobre uno de los temas más tratados y estudiados en Internet, la amistad entre hombres y mujeres. Según un sondeo propio, esto es, navegar durante un rato leyendo diferentes opiniones y estudios sobre el tema, opino lo contrario que muchos, pues según mi experiencia, sí que es posible y muy viable la amistad entre géneros.

Rasquemos un poco en el significado de amistad, para quien viva en una piña debajo del mar. Según la definición de Wikipedia, la amistad es una relación afectiva entre dos o más personas. Relación afectiva... esto puede que cueste un pelín más definirlo, así que usaremos la misma referencia, que nos indica que se trata de la susceptibilidad que el ser humano experimenta ante determinadas alteraciones que se producen en su entorno, siendo esta dividida a su vez en tres grandes categorías según Baruch Spinoza: La alegría, la tristeza y el deseo.

Suena contradictorio, puesto que según todos los estudios que se han llevado a cabo, la amistad entre sexos no es viable principalmente porque el deseo carnal que se origina entre ambos conlleva al amor. Entonces ¿Como es que tengo tantas amigas? ¿Siento deseo sexual hacia todas ellas y estoy muriendo por dentro? ¿Tengo el corazón enorme y me sobra amor para regalarlo por ahí? Para nada, simplemente es algo que no tiene nada que ver con el asunto.

La atracción sexual no está para nada reñida con la amistad, creo que ahí es donde radica el error que todos estos estudios cometen, en mezclar ambas cosas y el amor. Una amiga o amigo puede excitarte sexualmente y no por ello deja de ser tu amigo o amiga, a no se que te hagas “la picha un lio”. El problema reside en que muchas veces ese trato o apego se confunde con lo que no es y aparecen los problemas, los “yo también te quiero, pero solo como amigo...” y comienza el desapego, el friendzonerismo y demás mierdas.

Principalmente esto se soluciona con el tiempo, tratando con las personas durante el tiempo suficiente para conocerlas hace que ese instinto sexual irrefrenable, si existe como tal, se tranquilice y te deje vivir tranquilo o tranquila durante el resto de tus días. O bien siendo una persona consecuente con la individualidad de tu ser y no dejándote manejar al antojo de tus órganos reproductores, que somos mayorcitos ya para semejantes tonterías. ¿No es tan difícil, no? No nos engañemos, todos somos humanos, todos podemos cometer errores y caer en las garras de los libidinosos genitales, yo el primero, y más de una vez, pero todo se aprende en esta vida, y posiblemente una de esas cosas a aprender es que de los sentimientos, el más bonito y puro que existe, es el amor entre amigos, que puede rivalizar o incluso superar al romántico.

¿Nunca has perdonado cosas a tus amigos que no perdonarías a nadie más? ¿O te has visto en la amarga situación de elegir entre ellos y tu pareja y te has dado cuenta de que no hay color? Se me hace extraño que alguien pueda confundir estos sentimientos, y más sabiendo que la amistad se cimenta a base de tiempo ,esfuerzo y confianza, mientras que el amor, aunque suene mal, es algo que suele aparecer de improviso e instintivamente, por lo que ambos quereres no deberían mezclarse sin consentimiento mutuo, que se han dado casos de mejores amigos pareja y tal y ya ahí no me meto.

Espero que os haya gustado esta pequeña reflexión. ¿Vosotros creeis en la amistad entre géneros? ¿Que pensais? Un saludo y nos seguimos leyendo.